Gentrificación en la CDMX: fenómeno del Capitalismo global.


Luis Josué Lugo

Recientemente, se descubrió el temazcal más grande en la Ciudad de México, el cual indudablemente es una fuente histórica invaluable de nuestra cultura. Sin embargo, su presencia sólo quedará en fotos, pues se ha anunciado la construcción de casas que ya se tenían contempladas previamente.

 

Por otro lado, en Xoco Coyoacán los vecinos han opuesto una férrea resistencia desde hace meses debido a la ocupación que están haciendo inmobiliarias del espacio, desplazando a vecinos del barrio, para convertirlo en zona comercial. Ergo: las rentas subirán y más multinacionales llegarán (provocando el cierre de negocios locales).

 

En este sentido, se está dando un fenómeno de “aburguesamiento” en colonias de la Ciudad de México. Según un reportaje publicado por Sara Cantera en El Universal, las colonias que más se han afectado son: Doctores, Obrera, Tabacalera y Álamos. Uno de los principales factores para que esto suceda es la ubicación de éstas. Lo que al mismo tiempo ha supuesto que personas con mayor poder adquisitivo arriben a dichos espacios.

 

“Estos proyectos -que suelen ir encubiertos por el discurso de la revitalización o el rescate de los barrios- en realidad no son otra cosa que el despliegue estratégico de medidas y acciones que permiten la especulación y el enriquecimiento de inversionistas, constructores, financieros y funcionarios públicos”, menciona el jurista especializado en dichos temas Rodrigo Gutiérrez.

 

Aún más: la Ciudad de México es un una de las ciudades más caras para rentar, pues inclusive hay personas que invierten hasta el 60% de sus ingresos en cubrir dicho aspecto de sus vidas, por encima incluso de ciudades como Paris, Singapur,  Manhatan, Nueva York o Los Ángeles, según Pricewatherhouse Coopers (Pwc).

 

Dicho fenómeno tiene el nombre de gentrificación, que para el especialista Ignacio Ortiz significa que: “un barrio, por sus características, se vuelve atractivo para un sector de ciudadanos, en principio con rentas más elevadas, que lo comienza a rehabilitar, a mudarse a sus edificios, a recuperarlo y en definitiva a modificarlo en su fisonomía urbana”.

 

De tal forma que entre algunas consecuencias está el mejoramiento de lo infraestructural pero también rentas más costosas. Piénsese que quienes antes habitaban estas zonas, ya no pueden cubrir dichos costos y llegan otro tipo de personas. O bien, algunos incuso prefieren rentar sus casas e irse a habitar otros sitios. Aunque esto no es todo, pues también se asiste a una mayor oferta de servicios como centros comerciales, o bien cafeterías, heladerías, bares, barberías, librerías, etc.

 

Lo que llevaría a preguntar, ¿hacia qué zonas emigran las personas que ya no pueden habitar esos lugares? Probablemente tendrán que desplazarse a zonas periféricas, en las cuales puede haber mayor inseguridad y menos servicios (como por ejemplo la escasez de agua, la cual en la Ciudad de México es mayor en delegaciones como Iztapalapa o Milpa Alta).

 

En consecuencia, hoy podría seguirse cuestionando si existe el mismo apoyo, visibilidad mediática y atención pública a zonas gentrificadas, y aquellas de periferia. Lo que al mismo tiempo supone otra dimensión de la gentrificación: ¿qué tipo de narrativas son las que promueve? Lo que también supone pensar en aquellas que invisibiliza. Por ejemplo, si pensamos en Coyoacán, ¿qué pueblos originarios desplaza la imagen de grandes inmobiliarias? O en el propio kiosco de esta delegación, ¿qué comerciantes han sido los desplazados?

 

En contextos como el de la Ciudad de México, muchas veces estos fenómenos de gentrificación también vienen asociados con fenómenos de desplazamiento forzado. En este sentido, según la Procuraduría General de Justicia , entre 2010 y 2015, cada día se produjeron en la ciudad 8.6 desalojos.

 

Finalmente, para varios especialistas, el Estado puede intervenir fijado precios máximos en las rentas, así como estableciendo mecanismos anti corrupción para inmobiliarias, a lo cual se agrega la necesidad de exponer estos problemas en distintos espacios. Inclusive se pueden generar fondos de vivienda para interés social recogiendo una parte del dinero a inversionistas.

 

Inclusive, y contrario a la lógica que ha operado en espacios como La Condesa, para investigadores como Luis Alberto Salinas, es posible propiciar procesos mixtos de saneamiento, “puede haber procesos de recuperación urbana si la revitalización de un espacio mantiene y no afecta a la población residente”.

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